A pesar de ser un desequilibrio crónico, una correcta medicación permitirá al paciente llevar una calidad de vida sin restricciones. La clave está en la dosificación y en establecer un correcto procedimiento para su ingesta.
El hipotiroidismo es la falta o deficiencia de la hormona tiroidea. Esta regula muchas de las funciones del organismo como la temperatura corporal, frecuencia cardíaca, metabolismo de carbohidratos, proteínas, lípidos, entre otros.
En el 95% de los pacientes con esta condición, el propio sistema inmune genera anticuerpos que atacan a la glándula tiroides, originando un proceso inflamatorio-degenerativo, que conduce a su fallo. El 5% restante es el resultado atrofias, malformaciones congénitas, exposición a radiación o a productos que la dañan.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existe una prevalencia mundial de esta enfermedad que llega al 10% de la población. Esta se incrementa en personas de edad avanzada, llegando al 16% en hombres mayores de 70 años, y al 20% en las mujeres mayores de 60 años.
En Ecuador los reportes indican que el 8% de la población adulta presenta hipotiroidismo. En el Hospital de Solca, de la ciudad de Loja, se determinó que el hipotiroidismo subclínico es del 3%. De este porcentaje, el 66% correspondió al género femenino y el 29% al masculino. Estos datos fueron tomados de la disertación previa a la obtención del título de Especialista en Medicina Interna de la Dra. Mayra Palacios (PUCE, 2016).
La Dra. Karina Aguirre, médico endocrinóloga del Centro de Endocrinología Integral y miembro del cuadro profesional del Hospital Metropolitano, explica que “la mayor prevalencia en las mujeres se debe a que los estrógenos (hormonas sexuales) son moduladores de la respuesta inmune”. El diagnóstico de este padecimiento requiere de experiencia, ya que los síntomas que se presentan son generales como caída del cabello, cansancio, estreñimiento, alteración de los ritmos menstruales, dolores articulares, entre otros. La repercusión puede ser multisistémica. De allí que uno de los indicios clave es levantar una buena historia clínica, donde se indagan los antecedentes familiares. Si bien no se hereda la afección como tal, sí existe una predisposición. Únicamente la prueba de TSH registrará científicamente el correcto o mal funcionamiento de esta glándula. Hipotiroidismo en mujeres
El procedimiento a seguir se basa en suministrar al paciente esta hormona de forma oral. En la mayoría de los casos, esta medicación (levotiroxina) es continua. Es necesario tener un criterio técnico-profesional para calcular la dosis, dependiendo de cada caso. Las mujeres embarazadas, que mantenían esta prevalencia (hipotiroidismo), deben acudir inmediatamente al especialista para realizar un ajuste en la prescripción. En este contexto, es fundamental suplementar los requerimientos de la madre y del bebé. El acompañamiento en el período de gestación es más estricto, con un control mensual. Hay ocasiones en que este tratamiento es temporal, hasta superar este estado fisiológico de la mujer.
Si bien es necesario adquirir el hábito para la ingesta del medicamento, la doctora Aguirre comenta que hay ciertas recomendaciones que se deben considerar:
- Hacerlo en la mañana, siempre en ayunas.
- Tomar la tableta con agua, con ningún otro líquido.
- Esperar una hora para desayunar o ingerir algún otro medicamento.
Adicionalmente, la profesional comenta que “la levotiroxina necesita un medio ácido para absorberse. Hay personas que ingieren protectores gástricos como Omeprazol para controlar problemas de gastritis o reflujo, que bloquean su efecto”.Hipotiroidismo en Mujeres